La potencia contratada es el término con el que se hace referencia al número de kilovatios de un suministro. La potencia contratada determina, por lo tanto, el número de aparatos eléctricos que pueden permanecer conectados a la vez.
La potencia contratada es la cantidad de energía que puede ser utilizada al mismo tiempo, es decir, el número de kilovatios suministrados. La cantidad de potencia contratada será determinada por diferentes factores en función de las necesidades de cada persona o empresa.
Dependiendo del uso, necesidades y funciones eléctricas que se necesiten usar al mismo tiempo, la potencia contratada deberá ser mayor o menor para evitar que salten los plomos cuando se está haciendo uso de ella. Dependiendo de la cantidad de potencia contratada, el precio final de la factura de la luz será mayor o menor.
La potencia contratada puede ser calculada teniendo en cuenta los días de facturación y el precio diario. Has de tener en cuenta que el precio que aparece en el contrato suele ser el precio anual así que, en caso de serlo, deberás dividir dicho precio entre los días de facturación para poder obtener el precio diario de potencia contratada.
A la hora de elegir qué potencia contratar, es necesario intentar establecer cuál puede ser la potencia óptima de cada vivienda dependiendo de las necesidades de cada persona. Haciendo una primera estimación de consumo medio, es posible encontrar una recomendación que verdaderamente se ajuste a las necesidades de cada hogar.
Además, es recomendable tener en cuenta otros factores y seguir algunos consejos como comprar un medidor para poder medir adecuadamente el consumo eléctrico de los electrodomésticos y descubrir así cuál puede ser el consumo total de la vivienda. Otra manera de poder averiguar la potencia óptima de tu hogar es encendiendo de manera progresiva diferentes aparatos de la casa. Si llegas a encenderlos todos o la mayoría y los plomos no han saltado, puede significar que tengas contratada una potencia superior a la que necesitas.