Muchas personas han pasado a trabajar desde casa en los últimos tiempos y, aunque eso supone un gran paso en cuanto a conciliación, también significa un gasto extra con el que no contábamos. Ordenadores, teléfonos móviles, climatización, luz…

Esto, unido al cambio regulatorio que afectó a las facturas de la luz el pasado 1 de junio premiando el uso de la energía en ciertos momentos del día en vez de en otros de mayor demanda, supone un incremento en tu factura eléctrica, ¡por eso te traemos siete formas de ahorrar energía en casa que te van a venir de maravilla!

 

1. Reduce tu consumo todo lo posible

Es importante que, ahora que pasas más horas en casa haciendo gasto eléctrico por el uso del ordenador y con la luz encendida, busques la manera de lograr la máxima eficiencia energética en tu hogar. Sí, sabemos que puede resultar algo obvio, pero es una de las formas de ahorrar más sencillas.

Por ejemplo, climatizando únicamente la habitación en la que trabajamos y no toda la casa, podemos llegar a ahorrarnos hasta un 80% de energía (el gasto medio en esta partida supone el 50% del consumo total de un hogar). Elige un rincón de tu casa con buena luz natural el máximo de horas posibles, así podrás prescindir de la luz artificial, una de las formas de ahorrar energía más básica que existe. Y si no lo has hecho ya, cambia a bombillas LED es vital para seguir rascando unos euros a final de mes.

 

También puedes, si utilizas ordenador portátil, aprovechar todo lo posible la batería antes de enchufarlo a la corriente. De esta forma, ahorrarás unas horas más.

 

Por cierto, sería interesante realizar un estudio de eficiencia energética en tu hogar para ver cómo puedes evitar pérdidas de energía. Los cajetines de las persianas, las ventanas mal cerradas, las puertas que dejan pasar corriente del exterior… ¡Además de ser una de las mejores formas de ahorrar energía en casa, resulta genial como factor de revalorización de su valor de cara a una futura venta!

 

2. Controla la certificación energética de tus electrodomésticos

¿Qué pasa cuando no es posible prescindir de la climatización eléctrica? Y eso por no hablar del frigorífico, la lavadora o la vitrocerámica, aparatos que tenemos funcionando durante muchas horas al día. En ese caso, es recomendable que te fijes en el certificado de eficiencia energética de tus electrodomésticos.

A la hora de adquirirlos, consultar esta etiqueta nos será de utilidad para saber cuál es su grado de eficiencia en cuanto a consumo de energía. O lo que es lo mismo, si nos servirán en nuestra búsqueda de formas de ahorrar energía.

Desde el 1 de marzo de 2021 esa etiqueta cambió y, aparte de ser obligatoria para todos los electrodomésticos (incluidas las lámparas y bombillas), se organiza en una escala que va desde la letra A (verde oscuro) a la G (rojo), siendo el orden desde el más eficiente al menos eficiente.

Por ejemplo, un frigorífico con la máxima eficiencia energética, que consume un 80% menos de energía, puede llegar a ahorrarnos hasta 1.000€ a lo largo de su vida útil si lo comparamos con uno con etiqueta D. Debemos ser conscientes de que, cuando compramos un electrodoméstico, nos costará no solo el precio que paguemos por él, puesto que a eso deberemos añadirle todo lo que consuma durante sus años de servicio.

Si quieres ahorrar energía, procura que tus aparatos eléctricos sean lo más eficientes posibles.

 

3. Otra forma de ahorrar: apostar por la energía solar

Imagina Energía te ofrece energía 100% solar, pero puedes hacer que tu vivienda sea todavía más respetuosa con el medio ambiente a la vez que sigues ahorrando. Las energías limpias no solo no son más caras que las tradicionales, sino que ofrecen un ahorro considerable en el medio-largo plazo.

Si consideramos que unas placas solares se amortizan en 5-7 años y que su vida útil oscila entre los 25-30 años, solo tienes que hacer cuentas: podrás ahorrar más de un 30% en tu factura de la luz. ¿Te imaginas ser dueño de tu energía? Pues deja de imaginarlo, ¡porque ya es una realidad!

La energía solar para el autoconsumo es un futuro muy cercano para nuestro país. No solo nos ahorra un dinerito, sino que además ayuda al medio ambiente, y por tanto a nuestro planeta, a seguir en plena forma durante muchos años más.

 

4. Ajusta tu consumo a tus horarios

Desde el 1 de junio de 2021, la tarifa eléctrica se divide en distintos períodos diarios Esto quiere decir que deberás prestar atención a esta nueva distribución para ajustar tu consumo eléctrico y lograr la máxima eficiencia.

Por ejemplo, aprovecha los fines de semana para hacer batch cooking y cocinar para toda la semana, ya que siempre serán días valle durante las 24 horas del día. O las noches a partir de las 0:00h para poner lavadoras (o antes de las 08:00h si eres más de madrugar). Además, también podrás utilizar las horas llano (de 08h a 10h, de 14h a 18h y de 22h a 00h), con un precio bastante económico, para planchar, utilizar el horno o cualquier otro tipo de actividad que requiera de un consumo eléctrico considerable.

 

Y si tienes cierta libertad horaria con el teletrabajo, haz uso del microondas o de la cafetera e incluso del cargador del móvil antes de las horas punta, que es cuando más cara será tu tarifa.

 

Hay cuestiones ineludibles y horarios que no podemos elegir nosotros cuando teletrabajamos. Eso sí, también hay que aprovechar que en casa podemos hacer ciertas tareas al mismo tiempo que trabajamos. Una de las mejores formas de ahorrar energía es ir jugando con esos nuevos horarios para pagar menos en nuestra factura eléctrica. Costará hacerse, ¡pero con el tiempo nos saldrá todo de lo más natural!

 

5. Apagar los aparatos que no uses, la clave

Los aparatos eléctricos no se apagan sólo con pulsar el botón. Mientras tienen el piloto rojo encendido, están consumiendo energía y, por tanto, te están costando dinero innecesariamente.

Ya vas a tener encendido el ordenador y puede que la luz y la calefacción o el aire acondicionado de forma obligada, pero no es necesario mantener en stand by el resto de electrodomésticos.

Una de las formas de ahorrar energía de la que menos solemos preocuparnos es de desenchufar de la corriente todos esos aparatos que hay encendidos a la vez y que no estás usando: televisor, tostadora, cafetera, etc. Y, cuando apagues el ordenador, igualmente, quita el enchufe de la corriente.

 

6. Electrodomésticos inteligentes en casa

Contar con una instalación de electrodomésticos inteligentes en casa nos permite controlar cuándo apagar o encender determinados aparatos eléctricos. Eso quiere decir que si quieres aprovechar las horas en las que la tarifa eléctrica es más barata, pero estás durmiendo, podrás programar tus aparatos para que funcionen en ese espacio temporal. Estamos hablando, por ejemplo, de la lavadora, pero también del aire acondicionado, para que se apague automáticamente cuando alcance una temperatura concreta, o a una hora determinada.

Con elementos como los sensores de movimiento, las luces se apagarán cuando no haya nadie en una habitación. Y también se pueden controlar la potencia de las luces, el termostato y muchísimos aparatos más, lo que nos ayudará a consumir menos energía a lo largo del día. La inversión en este tipo de tecnología puede parecer algo cara al principio, pero a la larga os aseguramos que puede llegar a salir muy rentable. Sí, parece una de las formas de ahorrar energía propia de una película futurista, ¡pero ya hace unos añitos que podemos disfrutar de ella!

 

7. Mejor centrar el consumo en el lugar que utilices para teletrabajar

Otra de esas medidas que no por evidentes está de más recordar. Si tienes que teletrabajar en casa y no hay nadie más en tu hogar durante esas horas, procura que lo único que genere gasto, salvando la nevera que siempre está enchufada, sean las cosas que utilizas para llevar a cabo tu actividad.

Una gran ayuda, que además resulta sencillísima, es acostumbrarse a cerrar las puertas. ¿Y si estás solo en casa y nadie va a molestarte? No importa. Al cerrar la puerta conseguirás mantener una temperatura óptima en tu rincón de trabajo evitando tener que tirar de climatización más de lo estrictamente necesario. Y además controlarás las condiciones de iluminación. ¿Lo mejor? Es un gesto que no cuesta ningún esfuerzo y nos ayuda a ahorrar muchísimo, así que probad a practicarlo, que con el tiempo se automatiza y se convierte en una rutina más muy fácil de seguir.

 

Si eres capaz de aplicar estos consejos (o, al menos, algunos de ellos), conseguirás implementar varias formas de ahorrar energía y dinero a final de mes. Y si esto siempre ha sido importantísimo… ¡ahora que te pasas el día teletrabajando en casa ya no te contamos!