Si estás pensando en la energía del sol para tu hogar, debes saber que la radiación solar puede ser de dos maneras diferentes: energía solar activa y energía solar pasiva. ¿Conoces la diferencia entre una y otra?

Probablemente hayas oído hablar menos sobre la energía pasiva pero es más común y habitual de lo que imaginas ya que se trata del tipo de energía solar que es utilizada de forma directa. Conoce qué es exactamente la energía solar pasiva, cómo funciona y cuáles son sus principales beneficios.

¿Qué es la energía solar pasiva en casa?

Entendemos por energía solar pasiva aquella que utiliza la energía de los rayos del sol de manera directa, es decir, sin transformarla ni convertirla en otro tipo de energía. Por ello, la energía solar pasiva puede ser utilizada en casa de manera casi inmediata e incluso puede ser almacenada sin necesidad de sistemas mecánicos externos.

Por poner un ejemplo sencillo, es energía solar pasiva aquella que calienta una vivienda o un edificio a través del calor del sol que impacta sobre sus ventanas y su estructura. Por lo tanto, es posible mejorar la cantidad de energía solar que aprovechamos directamente a través del diseño de los edificios o con cambios en nuestras instalaciones.

Además, la energía solar pasiva ofrece una excelente eficiencia energética, pudiendo ahorrar hasta un 70% de energía dependiendo del tamaño de la instalación. Además, al igual que la energía solar activa, no tiene impacto negativo en el medio ambiente, no necesita de excesivos costes de mantenimiento, es inagotable, 100% renovable y proporciona una gran calidad y valor a la vivienda.

¿En qué se diferencia con la energía solar activa?

A pesar de que a priori puedan parecer el mismo tipo de energía renovable, lo cierto es que la energía solar pasiva y activa cuentan con varias diferencias. De hecho, la principal diferencia radica en que la energía solar activa es aquella que necesita transformar la energía mediante una instalación externa. Por el contrario, la energía pasiva es aprovechada de manera directa.

Así, por ejemplo, la energía solar térmica y la fotovoltaica corresponden a la energía solar activa ya que requieren de paneles o placas solares para transformar dicha radiación. La energía solar activa transforma la energía captada y la convierte en apta para el consumo energético de la vivienda. Sin embargo, la energía solar pasiva no necesita de ningún tipo de intermediario o tecnología adicional para hacer uso de ella. En este caso, el aprovechamiento de dicha energía dependerá de la constricción y técnicas aplicadas al diseño.

Desventajas de la energía solar pasiva para los hogares

Una de las principales desventajas de la energía solar pasiva en los hogares es que depende de las condiciones climatológicas de cada lugar y momento. Por otro lado, hay que tener en cuenta que gran parte de los edificios y casas que no hayan sido construidas en los últimos años no cuentan con las estructuras e instalaciones que la energía pasiva necesita.

Por lo tanto, la energía pasiva puede suponer una inversión elevada si se ha de realizar una instalación específica para ello.

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