La tarifa de acceso es un concepto esencial de la factura de luz que representa aproximadamente el 40% del importe total, y se trata de un cargo que cubre los costes de las redes que llevan la energía hasta cada vivienda. Puede parecer complejo, pero entender este concepto es determinante para gestionar mejor tus gastos energéticos, por eso vamos a contarte en qué se basa y todo lo que necesitas saber sobre él.
La tarifa de acceso, también conocida como peaje de acceso, es una cuota regulada por el Gobierno que se paga para cubrir los costes de transporte y distribución de la energía eléctrica hasta los puntos de consumo.
Esta tarifa constituye una parte importante de la factura eléctrica, suponiendo en torno a un 40% del total de la misma. Su propósito es financiar el mantenimiento de las redes eléctricas, garantizando así un suministro constante y seguro para todos los usuarios.
Para los consumidores, esto significa un cargo fijo que se suma al coste del consumo de energía, reflejándose de forma directa en el importe final de la factura. Además, conviene tener claro que la tarifa de acceso es aplicable a todos los usuarios y les afecta del mismo modo independientemente de la compañía energética con la que estén.
La tarifa de acceso se calcula en función de la potencia contratada y el consumo de energía. No es un valor que se pueda modificar directamente, ya que está regulado y varía en función de las necesidades de cada hogar o empresa.
Por ejemplo, en la mayoría de los hogares con una potencia inferior a 15kW, la tarifa de acceso aplicable es la 2.0TD. Para negocios o empresas que requieren mayores potencias, se aplican tarifas diferentes como la 3.0TD o 6.XTD.
Este cálculo asegura que cada usuario pague de manera justa por el mantenimiento y la infraestructura que permite recibir la energía.
No es posible elegir tu tarifa de acceso, ya que se asigna de forma automática según la potencia contratada y el consumo anual.
Por ejemplo, para la electricidad, la mayoría de los hogares tiene asignada la tarifa 2.0TD, mientras que negocios y empresas pueden tener tarifas como 3.0TD o 6.XTD. Esta asignación garantiza que cada usuario contribuya de manera equitativa al mantenimiento de la infraestructura eléctrica necesaria para el suministro de energía.
Por lo tanto, aunque no puedas elegir tu tarifa, sí puedes gestionar tu consumo y potencia contratada para optimizar tus gastos.