La energía maremotriz, una fuente de energía renovable y limpia, se ha convertido en un puente entre la naturaleza y la tecnología que promete surtirnos de energía limpia de forma ininterrumpida y respetuosa con el medio ambiente. Al permitirnos aprovechar el poder interminable de las mareas, descubrimos con admiración cómo, literalmente, el océano puede iluminar nuestras vidas.
Se denomina energía maremotriz a la generación de electricidad a través del aprovechamiento de la fuerza de las mareas. Esta energía se obtiene gracias a la diferencia de altura entre la marea alta y baja, un fenómeno causado por la atracción gravitatoria del sol y la luna sobre el planeta Tierra.
Las mareas generan un movimiento de masas de agua que, a través del uso de tecnologías específicas, se convierte en energía eléctrica. Esta forma de energía es renovable y no emite gases de efecto invernadero, lo que la convierte en una opción atractiva para la producción ilimitada de energía sostenible.
La conversión de la energía maremotriz en electricidad es un proceso fascinante que combina innovación tecnológica y fuerzas naturales que hasta hace muy pocos años parecían ingobernables.
Veamos cómo es el breve paso a paso que permite conseguir este particular ‘milagro’ energético:
Entre los principales beneficios de la energía mareomotriz se destacan su naturaleza renovable y la previsibilidad de las mareas, que permite una generación de energía constante y fiable.
Además, esta forma de generar energía eléctrica no produce gases de efecto invernadero e implica menores costes en comparación con otras infraestructuras, como las presas de marea.
Sin embargo, hay que decir que el uso de energía mareomotriz también implica algunos contras. Su implementación requiere de corrientes marinas específicas, lo que limita su uso eficiente únicamente a regiones geográficas con características muy determinadas.
También hay que decir que las inversiones iniciales pueden ser elevadas, especialmente si nos referimos a la instalación de infraestructuras como diques en el mar. En cuanto a las preocupaciones medioambientales, aunque en principio se trata de un método respetuoso, aún no se tiene del todo claro a qué nivel afecta a la flora y fauna de los entornos en los que ya está funcionando.