La electricidad es un recurso indispensable en el mundo actual, y las centrales eléctricas son las encargadas de generar una buena parte de la energía eléctrica que necesitamos en nuestra vida cotidiana. Ahora bien, ¿qué es una central eléctrica, cómo funciona y qué tipos existen? Te lo contamos.
Significado de central eléctrica
Una central eléctrica es un tipo de instalación capaz de producir energía eléctrica a gran escala empleando para ello distintas fuentes de energía.
De este modo, las centrales eléctricas convierten la energía primaria en electricidad y la ingresan en la red eléctrica para su posterior consumo en hogares, empresas o industrias. Estas plantas pueden ser propiedad del gobierno o de empresas privadas, y aunque hasta hoy han sido determinantes para satisfacer la demanda de electricidad del país, la proliferación de instalaciones de placas solares de autoconsumo en hogares y empresas está consiguiendo que los consumidores cada vez dependan menos de ellas.
Tipos de central eléctrica en función de la energía que utilizan
Existen tantos tipos de central eléctrica como tipos de energía se utilizan para generar electricidad, y estos son los principales:
- Centrales térmicas de combustión: Se alimentan de combustibles fósiles como el carbón, el gas natural o el petróleo. Su mecánica es generar vapor que mueva una turbina que a su vez es la que genera la electricidad.
- Centrales hidroeléctricas: Generan energía eléctrica aprovechando la energía cinética del agua en movimiento para mover una turbina.
- Centrales nucleares: En este caso, el vapor que mueve la turbina es generado por el proceso de fisión nuclear. Esto produce calor, que hace que el agua se evapore y dé lugar a este fenómeno.
- Centrales eólicas: Utilizan la energía cinética del viento para hacer girar las aspas de un aerogenerador que produce electricidad.
- Centrales solares fotovoltaicas: Convierten la energía solar en electricidad mediante paneles solares que generan corriente continua gracias al efecto fotoeléctrico que se produce en sus células solares.
- Centrales termosolares: Se sirven de la energía solar para calentar un fluido que a su vez genera vapor para mover una turbina y generar corriente eléctrica.
- Centrales geotérmicas: Emplean la energía térmica del interior de nuestro planeta para generar vapor con el que producir electricidad.
- Centrales de biomasa: Utilizan materia orgánica como residuos forestales, agrícolas o urbanos, con el objetivo de producir el vapor necesario para, una vez más, mover una turbina que genera energía eléctrica.
A la hora de optar por un tipo u otro de central eléctrica es indispensable valorar la ubicación en la que se hará y su acceso a todos los recursos que se necesitan para garantizar su operatividad.