El maxímetro es un componente fundamental en cada vez más sistemas eléctricos de hogares y negocios. Está diseñado para gestionar y registrar el consumo de energía eléctrica, pero su funcionamiento va mucho más allá de ser únicamente una herramienta de medición. Saber cómo convertir el maxímetro en el centro de la estrategia de optimización de consumo energético, por ejemplo, permite un buen ahorro en la factura de luz, ¡por eso vamos a contarte lo más básico que debes saber sobre él!
Un maxímetro es un dispositivo que registra la potencia máxima demandada en un periodo, lo que permite superar el límite de potencia contratada sin interrumpir el suministro eléctrico.
Esto es, al contrario de lo que ocurre con los interruptores automáticos convencionales, que cortan la luz al superar la potencia, el maxímetro ofrece flexibilidad, algo que sucede sobre todo en instalaciones con necesidades energéticas variables, con un maxímetro no hay que preocuparse por posibles cortes de luz. Así, es común utilizarlos en contextos en los que la demanda de energía puede exceder ocasionalmente lo contratado, como en industrias o en hogares con equipos médicos esenciales que deben funcionar sí o sí 24/7.
El maxímetro mide la potencia eléctrica consumida en bloques de 15 minutos, registrando la potencia media demandada en estos intervalos. Al concluir el mes en curso, el aparato identifica cuál ha sido la potencia máxima registrada y la compara con la contratada para ajustar la facturación. Si ha sido superior a la pactada en el contrato, la factura eléctrica se adecuará de forma puntual a dicha circunstancia.
Este sistema permite a los usuarios con maxímetro consumir energía eléctrica por encima de su potencia contratada sin las limitaciones típicas, algo necesario en instalaciones como hospitales o los ascensores de grandes edificios de oficinas. De este modo, con la instalación de un maxímetro, se consigue una solución que equilibra seguridad y continuidad a todos los niveles.
La principal diferencia entre un maxímetro y un contador de luz se encuentra en cómo gestionan la potencia de los sistemas en los que se integran.
Por lo general, las instalaciones de hasta 15 kW cuentan con un ICP, que sí corta la luz al superar la potencia contratada, por lo que lo normal es encontrar un maxímetro en casos de potencias superiores o en situaciones especiales.
